Contigo todo es como una puta montaña rusa, la atracción más
brutal del mundo. No se, igual es miedo, pero cuando estoy contigo tengo la sensación
de estar subiendo la cuesta más alta. Y de llegar, poquito a poco, a la cima,
de estar en el instante clave en el que te paras y sí te asomas, puedes ver
perfectamente la caída que te espera. En un momento de equilibrio inestable, en
el que no sabes cómo va a acabar la historia. Sí, estoy en ese puto segundo. En
ese segundo en el que se te corta la respiración, se te encoge el estómago y
hasta tienes náuseas, vértigo creo que lo llaman. Sí, igual es vértigo, vértigo
al darme cuenta de lo jodidamente bien que estoy contigo y miedo, pavor, de
llegar a ver el momento en el que te des cuenta que no soy yo a la que quieres
en tu cama.