mr.snake

Fue encontrado en nuestra mágica habitación de la ciudad eterna, junto a un par de rosas secas, un viejo diario que contaba la siguiente historia: "Una inocente doncella, enamorada del príncipe al que servía, harta de satisfacer todos sus deseos y necesidades, tomó la difícil decisión de no volver a arrastrarse por ningún otro príncipe que no se ganara su amor, sus sonrisas y sus palabras bonitas."

viernes, 21 de octubre de 2011

Bus stop.

Habia quedado con unos amigos y yo, como siempre, llegué antes de tiempo. No lo hago aposta, tengo suerte, salga cuando salga, llego antes de tiempo a los sitios. Aparqué el coche en la puerta de la biblioteca, bajé un poco la ventanilla del conductor y encendí la radio. Cambié varias veces de emisora, pero como ninguna me convencía decidí poner un cd que alguien me habia grabado hacia tiempo. Y así, distraido casi sin darme cuenta, me veo mirando por la ventana del coche a un grupo de chicos que se dirigian a la biblioteca. Algunos iban para no pasar la tarde solos, otros para que el cerebrito de la clase les explicase ese ejercicio de fisica que nadie entendía, y el del polo verde, iba a la biblioteca despues de clase para ver a la pelirroja que se sienta en la tercera mesa de la derecha, pero ya sabian ellos que a estudiar, no iban. Al acercarse el grupo de chicos, la puerta de cristal de la biblioteca se abria de golpe, y de dentro salia ella.

Hacia tiempo que no la veia, desde que ibamos al colegio. Seguia teniendo el pelo oscuro, color chocolate, como siempre, aunque más largo que de costumbre y se habia dejado crecer el flequillo. Estaba guapa, muy guapa. Tampoco recordaba que se marcase tanto la linea de los ojos o que llevase las uñas pintadas. Salia por la puerta con prisa, bajando los escalones a saltitos, a la vez que hablaba por el móvil y sujetaba una carpeta y un par de libros con la otra mano. Al acercarse al coche sonrió y colgó el telefono, me habia reconocido. Bajé rápidamente, contento por verla. Nos saludamos emocionados, por el tiempo que llevabamos sin vernos. Ella parecia feliz, llena de esa alegría que se nota hasta en los ojos y no se conforma con quedarse en la sonrisa, y me contó que realmente lo era. Como tenía mucha prisa, se despidió rápido, con dos besos que solo ella puede dar, prometiendo que nos veriamos pronto. Y ahí me quedé, apoyado en el coche, viendola como corria hasta la parada del autobus por miedo a perderlo, y como casi lo pierde, preguntándome como habia sido tan estúpido como para haberla dejado alejarse de mi vida.

lunes, 3 de octubre de 2011

odio el CAFÉ


A ver si un día en un futuro no muy lejano te enteras de que estoy haciendo lo posible por olvidarme de ti, a ver si te das cuenta de que si no te contesto no es porque no este, o no te haya oído, que cuando no te saludo no es porque no te haya visto y que cuando no te respondo a las caricias no es porque no te sienta, es porque no quiero.

Ya puestos a confesar te diré, que hasta la fecha de hoy, eres la persona que mas alegrías me ha dado, pero también eres la que más me ha hecho sufrir, que por ti he hecho cosas impensables, y que si AYER alguien me hubiera preguntado claramente le hubiera dicho que prefería una hora contigo que una vida sin ti. Pero, amigo mío, te has pasado de la raya, y por si eso fuera poco, eres el causante de que mi almohada se haya revelado y no quiera dormir conmigo, asique te diré una última cosa, puede que haya probado el café por ti, pero tú nunca me volverás a probar a mí.