
Conduce hasta el fin del mundo sin mi, y no vuelvas a aparecer nunca más por la puerta de mi vida, ni se te ocurra llamar al timbre y decir entre susurros que te mueres por arrastrar tu dedo por mi espalda y encontrar mi cintura, porque, el tatuaje de tu hombro me ha confesado mientras dormias que no es cierto. Ni tus aires de tipo duro, ni tus pantalones caídos, van a conseguir que recuperes la llave de mi vida. Solo tu pelo medio largo, casi rizado al final, tu cigarro a punto de consumirse en tu boca y tu impredecible sonrisa van a conseguir la llave de mi cuerpo, pero no te confies, que ayer mientras dormias te robé las zapatillas y ahora la que huye cada mañana de debajo de tus oscuras sábanas soy yo, soy la que despues de estar enganchada a ti casi toda la noche ha decidido dibujarte un mapa en la espalda con su direccion exacta, si, soy yo la que se ha jurado a si misma que si no encuentras su casa con forma de corazón que coincide en tu espalda con un golpe de alguna pelea olvidada, no volverá a dejar rastro de su pintalabios en tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario