Y de repente nos veo, caminando por nuestra pequeña ciudad, nuestra ciudad construida de besos y te quieros, los dos de la mano, y también veo a la gente de nuestro alrededor mirándonos con envidia, y te veo girarte, mirarme y sonreírme, y en ese momento no puedo evitar besarte, me dices que me quieres, y yo, te sonrío como solo los enamorados saben, y seguimos caminando sin rumbo aparente, porque, simplemente, porque cualquier lugar es bueno si estamos juntos. Y de repente vuelvo a la realidad, tú no estás, estoy yo sola caminando por una ciudad enorme, con mucha gente que finge indiferencia a mi paso, y sin poder evitarlo me pongo a pensar en todas tus promesas vacías, en todos tus te quieros, cada cual más falso que el anterior, y me acuerdo de tus besos y de cómo me hacían sentir, me acuerdo de que te encantaba hacerme olvidar de tal forma que no supiera que día era, me acuerdo de cómo brillaban tus ojos, y eso es por lo único que sé que lo nuestro fue real, pero ahora me siento muy pequeña en un mundo tan grande, no tengo protección, pero te prometo que la encontrare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario