Destroza tu vida si quieres, pero con la mía no vuelvas a jugar. Fúmate todos tus recuerdos poco a poco en forma de porros, bébete a los pocos amigos que te quedaban y salta por todas las camas de las chicas que te admiraban. Prueba la cocaína y engánchate, veras que fantástico es todo y lo muy solo que te sentirás al volver. Huye, escóndete debajo de tu cama, no vuelvas a salir hasta que no te veas capaz, no afrontes tus problemas, ni tus adicciones. Y juega con todas las sustancias que te falten por probar, saboréalas, y no te olvides entre conversación y conversación con algún fantasmita de algún color insospechable que cuando te levantes a la mañana siguiente yo ya no voy a estar ahí.
Drogas, exterminio de locos, aliadas de genios.
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