
He aprendido a vivir sin ti, sin que me afecten tus tonterías de niño inmaduro, sin pensar en lo que haces por las noches, sin querer saber en quien piensas cuando te levantas. He aprendido que es más feliz el que ignora que el que conoce, prefiero no saber a quién va dirigido tu ultimo pensamiento antes de quedarte dormido, prefiero no saber por qué motivos me persigues sin sentido. Prefiero no saber porque me cuidas, porque me vigilas ni porque me escuchas. Prefiero no ilusionarme contigo, porque no es fácil, no es fácil vivir cerca de una persona cuya máxima preocupación es adivinar el color de mi ropa interior, una persona que solo quiere pertenecer a otra cama que no es la suya, por el simple miedo de que ahí se siente solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario